La saeta por seguiriyas, el rezo hecho cante en nuestra tierra, es uno de esos artes que para que no se pierdan deben ser cultivados. Un palo flamenco tan lleno de matices y complejo como difícil de ejecutar, del que sólo los más privilegiados en voz e interpretación son capaces de hacer como uno de los elementos más sensoriales y atractivos de la Semana Santa.
Tal es así que la Hermandad de los Gitanos de Sevilla, presta a cuidar de ella, seguirá apostando esta próxima «Madrugá» por primeras figuras de lo jondo para dignificar aún más si cabe la presencia de sus titulares en las calles de la ciudad hispalense. En este sentido, los cofrades de la sevillana calle Verónica no han escatimado en disponer de voces tan privilegiadas como las de los jerezanos Jesús Méndez, María Terremoto y Manuel Fernández ‘Borrico de Jerez’, Juan Lara, Iván Carpio o Lidia Hernández, entre otros.
Voces que, en mayor o menor medida, son parte de la cultura popular que supone la Semana Mayor jerezana y que cada vez son más habituales en otras ciudades en los días pasionales, por cuestiones evidentes. Y es que hablamos de rezos cantados que desde instituciones y asociaciones (cofradieras o no) se cultiva más internamente en recitales y concursos que en las calles de la ciudad.
Los citados artistas jerezanos, así como otros de otras ciudades, de la entidad de Manuel Dominguez ‘Cástulo’ o Antonio Peña, se encargarán de engalanar los sonidos del discurrir del Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias.